CRISIS
Reestructuración, turnaround, distressed…¿Y esto qué es?
De entre los colectivos profesionales que más gustan de envolver conceptos simples en términos complejos, sin duda dos de los que más destacan son economistas y financieros, entre los que me incluyo, en el primer caso por formación y en el segundo por vocación. Para un economista, incremento en el índice de precios es inflación, crecimiento negativo de un país dos trimestres seguidos recesión o los préstamos del Banco Central Europeo a los bancos de la zona euro, subastas de liquidez.
Pero es entre los financieros donde esta interesante práctica raya la excelencia. Allí donde nuestro idioma no ha inventado un término lo suficientemente complejo, existe una solución muy fácil: se importa.
Y así llegamos a los procesos de turnaround de compañías en situaciones distressed…o lo que es lo mismo, los procesos de reestructuración de empresas en situaciones de dificultad para el resto de los mortales.
Una reestructuración, sea empresarial, financiera, cognitiva o de cualquier otra índole, no es nada distinto a modificar la forma en que algo está estructurado. Y dado que estructurar es organizar, distribuir y relacionar las partes de un todo, reestructurar no es otra cosa que modificar la manera en la que algo está organizado.
Y yendo a lo nuestro, que es la gestión, una reestructuración es la necesaria respuesta a una situación de crisis que se suele manifestar de dos formas:
- Por la pérdida de la posición competitiva de la Compañía en su mercado o mercados, bien como consecuencia de una estrategia inadecuada, bien por la falta de adaptación de nuestra propuesta y/o producto al mercado que, no olvidemos, es un ser vivo y cambiante.
- A través del deterioro de la situación financiera, como consecuencia de la pérdida de resultados y la caída de sus ventas y, la mayor parte de las veces, márgenes.
Aunque el desencadenante de una situación de crisis suele tener origen externo, no es menos cierto que la verdadera causa tiene su raíz en la mala gestión del equipo directivo, bien por la incapacidad de dar respuesta a los factores externos, bien al motivar las circunstancias externas que afloren los problemas internos latentes en la gestión de la empresa. Son contadas las ocasiones en las que el equipo directivo, a pesar de percibir los efectos de estas circunstancias y tomar las decisiones correctas para corregir sus efectos, no pueden responder ante los cambios.
Estas circunstancias pueden ser de diversa índole:
- Ciclo económico.- La verdadera capacidad de un equipo gestor y las debilidades reales de la Compañía que lideran, aparecen cuando la coyuntura económica no es favorable: las épocas de bonanza suelen encubrir la mayor parte de las carencias, especialmente las de gestión.
- Tecnológicas.- La aparición de una nueva tecnología puede provocar de una manera más o menos rápida la obsolescencia de la anterior o la de un producto determinado. Sin embargo, no es menos cierto que estos cambios tecnológicos afectan a todo el mercado, no sólo a una empresa, por lo que entra dentro de la responsabilidad del equipo gestor el adaptar la Compañía a este cambio.
- Competencia.- la irrupción en el mercado de competidores extranjeros con una estrategia pura de diferenciación en costes, la fusión de varias empresas o una guerra de precios pueden afectar gravemente la posición competitiva de nuestra empresa. En la otra cara, el lanzamiento de un nuevo producto o productos por parte de un competidor puede impactar negativamente sobre precios y márgenes de nuestra cartera de productos y consecuentemente, en la cuenta de resultados.
- Legales y/o gubernamentales.- Cambios en normativa legal, medioambiental, etc pueden suponer un grave problema llevando incluso a la pérdida de un mercado clave en el caso de un cambio de régimen como es el caso de una revolución o la protección de un mercado concreto mediante aranceles elevados y otras barreras.
Si bien es cierto que el impacto de las tecnologías de información y comunicación en una economía globalizada imponen un ritmo de cambio mucho más rápido, también lo es que los factores externos sólo en contadas ocasiones deberían avocar a una empresa a una crisis grave si el equipo gestor monitoriza y tutoriza adecuadamente la evolución de su entorno, incluyendo procesos, propuesta, mercado, competencia, base de clientes y marco legal y adapta en consecuencia a su empresa a los cambios.
En resumen, en la mayor parte de las crisis empresariales, el factor más relevante es la incapacidad del equipo directivo de dar una respuesta eficaz a los cambios, bien por una gestión demasiado rígida o excesivamente laxa, por falta de profundidad o desequilibrio en sus capacidades o por la falta de un área financiera potente entre otras causas.
¿Habéis afrontado una situación de dificultad en vuestras empresas o estáis inmers@s en ella? ¿Qué carencias encontráis en la gestión de vuestras Compañías? Será estupendo que compartáis vuestra experiencia para que tod@ podemos aprender un poco más.
@jmedinamartinez